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La reina calla.
Novela.
Graz: Literaturverlag Droschl, 2017.
208 Seiten; gebunden; Euro 20,-.
ISBN: 9783990590010.
Laura Freudenthaler
Fragmento
…y se asomó por la ventana, a través de la cual entraba el aire nocturno
"La nieta había querido hablar con Fanny de recuerdos. No tus cuentos sobre el pueblo, había dicho. El pasado de verdad. Fanny había sonreído. No entendió lo que la niña quería de ella. Seguía sin saberlo. Quizá entretanto la niña habría entendido que era mejor dejar a los muertos en paz, y por eso había desaparecido."
Pero tampoco a Fanny la dejan en paz los muertos. Si hace una retrospectiva de su vida, queda claro: los recuerdos se pueden silenciar, pero no reprimir. Fanny no ha olvidado. Recuerda: ocasionalmente con su nieta, con frecuencia, sola.
Laura Freudenthaler, nacida en Salzburgo en 1984, nos permite echar un vistazo a los recuerdos fragmentarios de una anciana. Su historia es trágica y, aun así, paradigmática de una generación entera.
Fanny vive con sus padres y su hermano en una granja, más tarde, incluso logra asistir a la escuela de economía doméstica. Pero su trayectoria sufre un frenazo. Su hermano muere en la guerra. Fanny se casa con uno de los vecinos: el maestro del pueblo. Sigue tratando de ayudarles a sus padres con la granja familiar y, al mismo tiempo, de adaptarse a su papel de esposa. La gente del pueblo rumora sobre las deudas de juego del maestro, y habla de la intención de su padre de vender la granja. Los rumores se convierten en realidad. Al poco tiempo, la próxima pérdida, la más fuerte: la muerte del padre.
Después, un rayo de luz. Fanny está embarazada.
Nace Toni. El maestro del pueblo es militante político y por las noches frecuenta las tabernas. Una mañana no regresa a casa, ha muerto en un accidente de automóvil.
Fanny, ahora madre soltera, debe actuar con pragmatismo y se muda a la gran ciudad. Poco tiempo después, va a vivir a una ciudad pequeña, cerca de su pueblo natal. Recupera la alegría de vivir y se dedica a la educación de su hijo. Toni crece y se convierte en un joven. Pero Fanny parece perder el vínculo que los une. Y esto pone en peligro el amor que ha tocado como un rayo a Fanny. “El guardabosques estrechó con fuerza la mano de Fanny, que descansaba sobre su muslo, y le pidió que volviera a pasar la noche en su casa. Fanny dijo que era por Toni, que en ese momento la necesitaba.” El hecho de que Toni va a seguir necesitando a su madre de manera apremiante por mucho tiempo más les es presentado a las y los lectores con meridiana claridad en el transcurso posterior de la novela.
El lenguaje de Freudenthaler prescinde de florituras, y es justo por eso por lo que resulta tanto más contundente. Las explicaciones de Fanny transmiten una sensación de hosca indiferencia, que resulta sutilmente conmovedora. Cada capítulo, cada párrafo e incluso cada palabra causan impacto. La impresión de estar ante una mujer aparentemente sin sentimientos va desapareciendo poco a poco, y vamos percibiendo a Fanny cada vez más como lo que es: una mujer que a través de su silencio quiere preservar su dignidad.
Versión breve de la reseña de Erkan Osmanovic, 22 de agosto de 2017,
traducida por Claudia Cabrera
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