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Pérdidas por fricción.
Novela.
Viena: Edition Atelier, 2017.
152 p.; Eur (A) 18.
ISBN 978-3-903005-26-6.
Mascha Dabic
Fragmento
«Por supuesto que esa mañana Nora va con retraso. Como tantas veces. Y, también como tantas veces, no: como cada mañana, Nora piensa que tendrÃa que poner orden, de una vez y por todas, en las pilas y montones de libros que se extienden por su pequeño piso en Viena y que parecen reproducirse como pequeños monstruos. "Como gremlins", pensó Nora, cubriéndose la cabeza con la manta, como solÃa hacer de niña, cuando su hermano mayor contemplaba fascinado la reproducción descontrolada de los pequeños monstruos de peluche de color blanco».
Con esta última frase, la quinta en la primera página de Pérdidas por fricción –la cautivadora, divertida e inteligente novela con la que debuta la autora Mascha Dabic, se alude, por ligera que parezca, a horrores recónditos, a monstruos que acechan bajo la superficie. Bajo la superficie de un solo dÃa. Porque lo que se cuenta son los acontecimientos que tienen lugar durante quince horas en la vida de Nora, una intérprete que ese dÃa de la semana trabaja en un centro de psicoterapia para refugiados y solicitantes de asilo. El arco narrativo se inicia cuando la protagonista se levanta por la mañana y concluye cuando regresa a su apartamento al atardecer y desiste de sus propósitos de interrumpir la lectura durante tres meses, cuando apaga la lamparita que está junto a la cama y reniega del último pensamiento de ese dÃa: que la lectura es tal vez el último lugar seguro. Pero no: «No existe un lugar seguro. En ninguna parte».
Mascha Dabic, que emigró a Austria con su familia, proveniente de Sarajevo, cuando tenÃa once años, sabe lo que narra de un modo tan sugerente. La propia autora ha estudiado TraductologÃa (especializada en lenguas inglesa y rusa), ha escrito artÃculos periodÃsticos sobre el tema de la emigración y trabaja como intérprete de conferencias y de centros para solicitantes de asilo.
Con amenidad, penetración psicológica y coherencia dramatúrgica, Dabic nos muestra que lo privado es polÃtico y lo polÃtico es privado, y que los conmovedores y agobiantes destinos individuales reflejan las conmociones globales, las crisis, conflictos y traumas del presente. También nos muestra en qué medida esos ámbitos son oscilantes y llegan a generar algo llamado vida, en la que todo depende del lenguaje: de que el lenguaje sea preciso y nunca denigrante. Y también de la empatÃa inteligente. Y justamente es eso lo que distingue a este debut novelÃstico.
Versión abreviada de la reseña de Alexander Kluy del 27 de febrero de 2017,
traducido por José AnÃbal Campos